Ésta historia comienza con un japonés que llega en 2004 a Estados Unidos para estudiar pintura, un buen día una mujer sin techo le pidió que le hiciera un cartel bonito para poder pedir limosna en la calle y así llamar más la atención de los transeúntes. El artista es Kenji Nakayama y años más tarde comenzó un precioso proyecto en el que ayudaría a más personas que viven en la calle.
Éste proyecto serviría para "humanizar a los sin techo y crear conciencia sobre el asunto"
El proceso es sencillo, Kenji fotografía al sin techo, le compra su cartel por 20$ y días después se lo devuelve transformado con un lettering, lleno de vida y color.
Desgraciadamente con el tiempo, algunos de éstos carteles han sido robados, dadas las precarias situaciones en las que viven éstas personas sin hogar... pero gracias a la ayuda del trabajador social Christopher Hope, Kenji Nakayama y él han hecho posible que el mensaje y la historia de éstas personas no caigan en el olvido, todas ellas reflejadas en el blog: Signs for the homeless.
Podéis leer mucho más en éste reportaje publicado el pasado septiembre.
Reflexionen... y después créanse que verdaderamente el diseño es la herramienta para poder hacer de éste un mundo, un lugar mejor.
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